Veo el mundo entre volutas

EFE - París
ELPAIS.es - Gente - 16-03-2006

Rémy Martinot decidió en su día congelar los cadáveres de su padres con la esperanza de que un día, gracias a los avances científicos, pudieran volver a la vida y quizá reencontrarse. Lo que no podía imaginarse este ciudadano francés, es que tendría que verse obligado a incinerar los cuerpos sin vida de sus progenitores.

Según ha publicado la prensa francesa, Martinot es un médico apasionado por la criogenización, la conservación de un cadáver para una eventual vuelta a la vida).

Así, este médico francés conservaba los cadáveres en una máquina a 65 grados bajo cero desde que sus padres murieron, en 1984 y 2002. Sin embargo, su idea original se fue al traste debido a un problema en el sistema de refrigeración.

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¿Criogenia o no criogenia?, ¿os la practicaríais?, ¿la practicaríais a seres queridos?. Después de todo, en este tema, que parece que en el caso de Rémy, ya no tiene ningún tipo de remedio, subyace algo tan viejo como el momento a partir de que el ser humano toma consciencia de sí mismo y, por tanto, de que un día morirá... y o lo acepta, o huye de ese momento por todas las formas posibles o incluso, como en este caso, se niega a aceptarlo y lucha agarrándose a posibilidades remotas de retrasar o incluso evitar el hecho. ¿Qué opináis?

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