Del Olmo imputa los 191 asesinatos a cinco miembros de un grupo de signo salafista. El magistrado considera que la hipótesis de la implicación de ETA tiene "nula consistencia". El ex minero Trashorras, acusado de todos los crímenes, por la venta de los explosivos.
El juez del Olmo procesó ayer a 29 personas por los atentados del 11-M, que atribuye en exclusiva al terrorismo islamista. El sumario recoge, en este sentido, un volumen de documentación apabullante. El auto describe cómo fue creciendo la amenaza islamista con el apoyo de Aznar a Bush, hasta el terrible amanecer del 11-M.
(...)
Del Olmo es particularmente rotundo en dos aspectos clave del sumario. En primer lugar, considera que la hipótesis de la participación de ETA en los atentados tiene "nula consistencia". Basa su afirmación en que esta organización terrorista sólo aparece citada en dos declaraciones de las miles que constituyen las actuaciones judiciales. Pero incluso esas dos menciones se refieren a aspectos tangenciales del caso, derivados de que el minero Trashorras pudo tratar de vender a ETA los explosivos que había sustraído de la cantera asturiana. Un supuesto intento de venta que, en todo caso, jamás llegó a materializarse.
El segundo aspecto se refiere, en cambio, a la solvencia de la investigación policial y a la imposibilidad de que las pruebas halladas en las estaciones atacadas hubieran sido manipuladas para dirigir la investigación en función de intereses políticos. El auto es particularmente prolijo en este capítulo, y recoge las declaraciones de todos los inspectores y funcionarios de policía que actuaron sobre el terreno, junto a los trenes desventrados.
Hay, al respecto, muchos detalles sobrecogedores. Por ejemplo, el testimonio de los expertos en explosivos que relatan sus esfuerzos por desactivar alguna de las mochilas halladas - dos explotaron en pleno intento-, mientras aún se estaban levantando cuerpos sin vida y evacuando heridos, y los móviles de los viajeros sonaban por todas partes. Esas llamadas sin respuesta, mientras radios y televisiones empezaban a narrar la tragedia, provenían de familiares angustiados, y el policía que oía sonar los móviles a su alrededor - por toda la estación, en los andenes, bajo los trenes, en los vagones- sabía que cualquiera de ellos podía ser el que provocase una nueva detonación.
(...)
En el sumario queda el rastro de la abundante literatura salafista que circulaba por internet en aquellas fechas y en relación con los "apéndices europeos" de la agresión a Iraq, denominación que se emplea para designar a Aznar y a Berlusconi. "Al infiel - sostiene una de esas páginas- no le disuadirá sino la sangre roja y buena que no os evitará el deshonor de dejar la yihad y optar por la vida mundana".
La misma fuente documental presenta así la conducta de España ante la guerra: "Lo que llama la atención es la extraña mendicidad española por parte de Aznar, y su intenso deseo de entrar en la historia de la mano de Estados Unidos y no de otra. Sus inmaduras tentativas de venderse él mismo a los norteamericanos y sus mensajes y discursos en el asunto del terrorismo eran casi, en muchas ocasiones, una traducción y una copia de las palabras de Bush". El texto concluía que "debe aprovecharse al máximo la proximidad de la fecha de las elecciones generales en España en el tercer mes del 2004", porque "el Gobierno español no soportará más de dos o tres golpes, antes de verse obligado a retirarse por la presión popular".
(...)
Más, aquí.
Dedicado especialmente a los de la foto: Aún no habéis pagado suficiente, electoralmente hablando, se entiende. ¿Quien sabe si en el futuro saldréis también "escaldados" judicialmente?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Publicar un comentario 0 volutas: