Dos noticias interesantes sobre la prevención y el tratamiento del cáncer de páncreas, uno de los cánceres más letales que existen.
La primera noticia procede Reuters Health y habla de que la ingestión diaria de vitamina D está inversamente asociada con el riesgo a padecer cáncer de páncreas, según un estudio prospectivo recientemente publicado.
Investigaciones previas mostraron que el receptor a la vitamina D, que sería el responsable de la acción de la misma, se expresa en líneas celulares de cáncer pancreático, y la vitamina D y sus análogos químicos inhibirían la proliferación de células pancreáticas cancerosas, inducirían la diferenciación de la misma (el estado opuesto al de crecimiento incontrolado que es el cáncer) y promoverían la apoptosis o muerte celular de las células y tejido canceroso ya establecidos.
Para hallar estos resultados, el equipo del doctor Skinner, de la Feinberg School of Medicine en Chicago, evaluaron datos de dos estudios prospectivos, el Health Professionals Follow-up Study y el Nurses' Health Study. Se rellenaron cuestionarios nutricionales basales por 75.427 mujeres en 1984 y por 46.771 hombres en 1986, y se incluyeron datos sobre suplementos vitamínicos.
Durante el seguimiento de este estudio en el año 2000, hubo 178 casos incidentes de cáncer pancreático en mujeres y 187 casos en hombres.
Después de acumular los datos de los dos estudios, el riesgo relativo multivariante de padecer cáncer pancreático entre los individuos consumiendo al menos 600 UI (Unidades Internacionales)/día de vitamina D frente a los que ingirieron menos de 150 UI/día fue de 0,59.
Cuando se limitó el análisis a los individuos que no ingirieron suplementos vitamínicos, y que obtuvieron vitamina D exclusivamente a través de los alimentos, hubo 199 casos.
Los investigadores observaron que consumir leche desnatada y pescado azul, ambos fuentes importantes de vitamina D, disminuyó también el riesgo de padecer cáncer de páncreas.
Obviamente, cualquier buen científico interpreta los resultados de sus experimentos con prudencia, y el Dr. Skinner habla de que los resultados muestran una "potencial" influencia en la prevención de la patogénesis del cáncer de páncreas. En cualquier caso este resultado muestra una evidencia "poblacional" de algo que ya se había mostrado en estudios a pequeña escala y sugiere una línea muy prometedora de futuro.
La segunda noticia son los resultados del reciente míting anual de la American Society of Clinical Oncology (ASCO). En relación al cáncer de páncreas se han puesto en evidencia diversas nuevas líneas de tratamiento para el mismo, partiendo de:
1) Un estudio comparando tres posibles tratamientos basados en el uso de citostático gemcitabina, el estándar 30-minutos de infusión con dosis fija de gemcitabina frente a un tratamiento "nuevo" basado en gemcitabina y oxaliplatino.
2) Nuevos usos de la radioterapia en este tipo de pacientes.
3) Uso de Lapatinib y otros fármacos inhibidores HER2 y HER1.
Noticias todas ellas, prometedoras, y que demuestran que se está luchando en "todos los frentes" de cara a si no vencer, tener muy controladas estas patologías aún tan letales.
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