Veo el mundo entre volutas

Dos noticias, una reciente:

"El número de trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social en Catalunya el pasado mes de octubre era de 428.099 de media, de los que más de 350.000 procedían de países de fuera de la Unión Europea, según datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad.

El mayor número de trabajadores afiliados en Catalunya procedían de Marruecos, con 74.347 personas, seguidos de los de Ecuador, con 51.888, y de colombianos y rumanos, con 23.566 y 23.059, respectivamente. También destaca, por número, los afiliados de origen chino, con 18.605, una cifra similar a los procedentes de Perú, 18.374 trabajadores, y los de Argentina (14.137), Pakistán (12.693) y Bolivia (11.847)."

Más, aquí.

Y otra, un poco más antigua pero de plena actualidad:

"Según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), la donación de órganos por parte de personas extranjeras residentes en nuestro país ha crecido de forma constante, con una media del 3,7% en los últimos 7 años. En 2005, el 8,1% de todas las donaciones efectuadas procedían de población inmigrante. En números absolutos este porcentaje representa un total de 125 donantes. La mayor parte de ellos eran procedentes de Europa occidental (41%), Latinoamérica (29,5%) y Europa del Este (16,4%), seguidos por los donantes procedentes de Asia (4,1%) y África (4,1%). En el 4,9% de los casos, no consta su lugar de procedencia."

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Los precedentes son claros: Estados Unidos se hizo grande a partir de finales del siglo XIX-principios del XX gracias a la aportación inmigrante de países de todas las culturas, Alemania se rehízo de la Guerra Mundial, con su esfuerzo y con la mano de obra inmigrante (incluyendo españoles), Cataluña, se ha hecho grande con la imigración interior de todas las regiones (pues entonces no eran CCAA). En la época globalizada que vivimos ¿quiere España aprovechar la situación o prefiere refugiarse en el tradicional aislamiento de la meseta castellana?

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