Veo el mundo entre volutas

Hace unos días os presenté un viejo tango de Gardel, de 1935. ¿Su nombre? "Sus ojos se cerraron". Os comenté que había un viejo recuerdo familiar asociado, y que lo iba a rememorar en breve. Bien. El recuerdo en cuestión no fue vivido en primera persona, sino que lo vivió mi padre, siendo adolescente, cuando le tocó atravesar la frontera francesa, en retirada junto con varios miles de refugiados en el invierno de 1939. Atravesada la frontera, los destinos de hombres, mujeres y niños fueron diversos. En cierta ocasión hablé de la maternidad de Elna y como muchas mujeres republicanas y sus hijos deben la vida a cierta enfermera suiza (Elisabeth Eidenbenz) a quien recientemente se rindió homenaje en Barcelona. Pero aquello fue una "isla" en medio de un mar de tristeza, miedo, desarraigo, mucha incertidumbre, miseria, hambre, enfermedad y muertes, que se llevaron varios cientos de miles de personas en aquel invierno. La letra de este tango, fue "cambiada" por los refugiados en los campos de concentración franceses para reflejar su estado de ánimo.




Música: Pinchar aquí (original de La cueva de Krak Tango)

Principios de Febrero...
del año 39,
Recuerdos que en mi mente
no se podrán borrar,
el pueblo que luchaba
y firme resistía
por no tener apoyo
tuvo que claudicar.
Con lágrimas de sangre
dejamos nuestra España,
pasamos la frontera
huyendo del traidor,
dejando en las aldeas
y pueblos más cercanos,
nuestros seres queridos
en manos del villano,
pensando en algún día
poderlos vengar.

ESTRIBILLO: Pero en la Francia, que alegre se vivía
nuestra desgracia no se reconocía,
no comprendían nuestro gesto gallardo,
y con recelo se nos acogía.
Yo sé que un día verán que no fue justo
que nos trataran con tanta indiferencia.
Ya no hay remedio para nuestra desgracia.
estamos solos, es la verdad.

A miles se contaban
las mujeres y hombres
de todas las edades
podríanse encontrar,
que con el alma triste
y cara sonriente
en Francia esperaban
un consuelo hallar.
Qué triste desengaño
fue el que tuvimos aquí,
conducidos por negros
nos hacen caminar;
y así sin un descanso
esclavos y hambrientos
de pueblo en pueblo vamos
camino del destierro,
nosotros luchadores
de la libertad.

ESTRIBILLO

Es la primera noticia que tengo de este tipo de canciones (lo más obvio que todos hemos oído en algún momento, son las viejas canciones de la guerra), en este caso se trata de una canción que evoca sentimientos muy alejados de las arengas militares. Tengo algunos más.

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