Sugerente lectura la del diario "El Día de Córdoba" en este artículo de opinión, firmado por Carmen Ferreras. Me quedo con este párrafo:
"Los españoles gastamos mucho. Nos hemos acostumbrado mal o quizá demasiado bien a vivir como pashás y no estamos dispuestos a renunciar a ni una sola de las parcelitas de bienestar que hemos ido conquistando. Parcelitas que pasan por la primera y segunda vivienda, los dos coches, los electrodomésticos de última hornada, los viajes al Caribe, los fines de semana en el balneario de moda, a ser posible el más caro, las cenas, las joyas, la ropa de marca y el golf o el tenis, dependiendo. Y, claro, hay deportes que son caros de narices. Y aunque con la boca pequeña se diga que se pasa de según que cosas, y que todos somos muy demócratas y muy del pueblo y toda esa demagogia barata que se gastan algunos, en la cuenta corriente y el modo de vida está la diferencia. "
¿Por qué pasa ésto?, ¿manías de nuevos ricos?, ¿un sentimiento de "yo no quiero ser menos"?. Yo creo que esto no es nada bueno ni para la economía, ni para la salud pues nos crea ansiedades innecesarias que podríamos evitar llevando una vida más austera, que no necesariamente es sinónimo de aburrida.
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