Una terraza en la que inspirarse, en la que leer, en la que conversar, en la que escuchar ... un espacio en pleno corazón del Barri Gòtic donde el tiempo se detiene. Un naranjo, una fuente, un té (o un Cacaolat)... en un entorno histórico donde los haya, dado que está situado en el Verger, jardín del antiguo Palacio Real de los Condes de Barcelona, justo al lado de la catedral. Gracias por el buen rato, R. Por cierto, he visto que también había xocolata desfeta...
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Te lo pasaste bien, eh??
2:40 p. m.