Hace cinco décadas, el cáncer de esófago que había consumido durante años el ya pequeño cuerpo de Bogie acabó definitivamente con su vida en su casa de Los Ángeles. Y hoy, en ese aniversario, el recuerdo del actor vuelve a turbar a los cinéfilos como uno de los mitos de la cultura popular del siglo XX.
Quienes sientan hoy el vacío pueden recordar las palabras que pronunció John Huston en el servicio religioso fúnebre que se celebró hace 50 años en Beverly Hills. "No hay razón para sentir pena por él, solo por nosotros por haberle perdido --dijo el director--. Era irremplazable. Nunca habrá otro como él".
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