Joan Pujol, catalán, nacido en Barcelona en 1912 y muerto en el anonimato en Venezuela en 1988 es, sin duda, el espía más importante de todos los tiempos, sobre todo por la relevancia de sus actos en la Segunda Guerra Mundial.
Espía doble, tanto para el Eje como para los aliados (nombre clave "Garbo") fue el principal responsable de que el desembarco de Normandía tuviera éxito, al realizar tareas de desinformación al Eje, al facilitar el desvío de los ejércitos alemanes, de la costa de Normandía al Paso de Calais (Operación "Fortitude").
Tiene el raro honor de ser la única persona que ha recibido las máximas condecoraciones tanto nazis (Cruz de Hierro impuesta por el mismísimo Hitler) como aliadas (Orden del Imperio Británico).
Su vida, una vida de película, sólo conocida a partir de la desclasificación de documentos, varios años después del fallecimiento del catalán.
Comparado con este espía "con mayúsculas", un personaje que debería estar al mismo nivel que los principales protagonistas de la Segunda Guerra Mundial, el affaire de espionaje del PP es una auténtica nimiedad.
domingo, febrero 01, 2009
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Pipero
1:09 a. m.
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