Por si alguien no se ha enterado todavía, estamos sumidos en una crisis económica profunda. No entraré si trasciende a otras esferas de la vida, aunque sin duda, cuanto más dure más afectará a los esquemas de valores de la sociedad, pero en principio es sobre todo económica. Nadie puede saber lo que durará a nivel global (estamos en un mundo globalizado, no lo olvidemos) o a nivel regional o local. Esto es importante pues puede que de la crisis global "despeguen" unos antes que otros. España por el momento, que era el país occidental donde la economía creció más durante casi una década, es donde la cosa está picando más fuerte. Ya se sabe, "más dura será la caída". Durante años, este país donde el estatus subió tanto, nos acostumbramos a vivir con lo que teníamos... y con lo que no teníamos. Vivir por encima de las posibilidades es un mal en el que es bien fácil de caer. El problema viene cuando el sistema no es capaz de garantizarnos vivienda, servicios sociales e incluso trabajo, ¿qué toca entonces?... Vivir por encima de las posibilidades además, no sólo vicia en cuanto a hábitos consumistas sino que nos hace creer que debemos ser muy selectivos a la hora de encontrar trabajo. Pero, ¿es sostenible mantenerse consumistas y altivos cuando "ves las barbas de tu vecino cortar"?
martes, abril 28, 2009
Etiquetas:
crisis,
economia,
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trabajo
Fumado por
Pipero
9:59 p. m.
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Cuando la crisis pase- a parte de la incertidumbre de cómo nos adaptaremos y de los “cadáveres” que deje a su paso-, tal vez, mirando retrospectivamente, podamos comprobar que precisamente lo beneficioso haya sido un posible cambio del esquema de valores de la sociedad, porque algunos no son precisamente buenos pilares para asentar una sociedad.
Ríos de tinta se están escribiendo y se escribirán......
Eva
3:23 p. m.