Veo el mundo entre volutas

IconMi reflexión sobre el mundo a diario (o casi). Menos para el público y más para mí mismo.

La Mercè - 1 (no sé si habrá "2")

Estamos en las fiestas de la Mercè. Como pasa con casi todas las fiestas en este país, son patronales, esto es, el "motivo oficial" es religioso. En este caso, se trata de la Virgen de la Mercè, la intercesión a la cual sirvió para librar a la ciudad de una plaga de langostas a finales del siglo XVII. Evidentemente ahora las únicas langostas que hay en la ciudad son las que se sirven en los restaurantes finos de la parte alta, a precio no de langosta, sino de "oro viejo", o en los nuevos restaurante-chiringuito de la Villa Olímpica a precio "de platino" para los turistas despistados que creen que un euro es igual a un centavo de dólar.


Image Hosted by ImageShack.us

En estas fiestas, como en todas, se hacen actos. Aparte de los actos sexuales, los cuales en principio no debería hacer falta fiesta para acometerlos, aquí son religiosos (procesiones y similares), tradicionales (castells, correfoc), familiares (vuelo de cometas en la playa de la Barceloneta, piromusical, etc?) y para gente noctámbula (o casi) con intereses pachangueros, semicultos con pretensiones, o definitivamente cultos. Abundan los pachangueros, que se han remitido este año a la zona del Fórum, más que nada para tener a la gente incívica que puede congregarse en éllos (no generalizo, simplemente es estadísticamente más probable), apartada del centro neurálgico de la ciudad ya que lo típico es que a la mañana siguiente de este tipo de actos es corriente que todo aparezca sembrado de botellas rotas, latas, vasos de cubata a medio consumir y, por supuesto, de todo tipo de emisiones orgánicas y, ¿qué quereis?, queda feo. El problema es que la "zona Fórum", antes de ese evento era una de las zonas deprimidas de la ciudad. Se hizo el Fórum, entre otras cosas, para arreglar un poco la situación. Quizás después del paso de algunos energúmenos, la zona retorne a la etapa "pre-fórum".

Entre los actos que se realizan hay conciertos. Los conciertos son públicos y gratuitos y se hacen en espacios abiertos (generalmente) y relativamente grandes. Parte se hacen en la "zona Fórum" y parte en el centro. Ayer me fue dado asistir a uno de ellos.

Estaba previsto a las 11 de la noche en la Plaza de la Catedral, pero, como era de esperar, los teloneros no empezaron a moverse hasta las 11:35 (más o menos). Eran teloneros pero no lo eran, me explico, el "reclamo" del concierto era una actuación de Juan Perro o Santiago Auserón, como me imagino le debieron bautizar, pero en el fondo estaba, una actuación de este artista, recopilando viejos temas de su etapa Radio Futura, junto con su nuevo repertorio, todo con un sugerente motivo "fusion" entre una música punkie o casi, en los primeros tiempos de Radio Futura, unido a una música más de cantautor intimista en los finales del siglo pasado, pasado todo por el tamiz de jazz y blues. Los "teloneros" eran, de hecho, la orquesta que amenizaba este evento, una Big Band creada casi ex-professo para el día, con intérpretes jazzísticos del Taller de Musics, para quienes no lo conozcan, en sus entrañas se parió la idea del maravillosamente comercial (y poco más) concurso OT.



Pues bien, he de decir que la orquesta me gustó, la música sonaba bien, fuerte, vibrante, bien llevada por su director. Los tres temas que interpretaron antes de la aparición estelar del artista estuvieron realmente bien. El artista "apareció" a la hora de los vampiros, los fantasmas o lo que es lo mismo, la hora en que la carroza de la Cenicienta se transformó en calabaza, esto es, las 12:00. Y, literalmente, pues aunque siempre me gustó Radio Futura y yo era de los que coreaba Semilla Negra, Annabel Lee y similares, esta manía de las fusiones, no acaba de ser de mi gusto. Viene a ser como si Alejandro Sanz cantara repertorio barroco. Santiago Auserón es un gran artista, pero aparte de que la escenografía que le acompañaba no me gustó, no puedo evitar echar en falta los salvajes 80 con aquél tufo punkie exagerado en contraposición a la filosofía "cantante de culto" actual. Aguanté 3 canciones y me fui.



Al marcharme me fijé que la plaza estaba llena de gente, de grupos, que pasaban absolutamente de lo que ocurría en el escenario: grupos de adolescentes practicando el botellón, algún fumeta que se quedaba flotando en su mundo y no como consecuencia de la actuación y, por supuesto, gente de toda condición produciendo "emisiones orgánicas" en todos los rincones.

¿Lo positivo? Hoy he recuperado viejas grabaciones de Radio Futura.

 
 
 
 

Publicar un comentario 2 volutas:

Isthar dijo...

A mi me encanta Radio Futura, y me habría gustado poder oir en un escenario algunas de sus viejos temas, claro que no será lo mismo.


Las fiestas patronales son la excusa perfecta para montar la fiesta padre y divertirse, si no que se lo digan a los valencianos ;)

8:56 p. m.

Pipero dijo...

Sí, lo sé, pero a veces hay gente que no tiene mesura. Aquí en Barcelona tenemos un problema de incivismo cada vez mayor.

No sé si ha quedado claro, a mí me encantan mis viejos discos de Radio Futura, pero no sólo por las canciones sino por la filosofía y la estética que llevan aparejada.

Hasta pronto, hoy parece que habrá segunda parte.

9:01 p. m.

Publicar un comentario