Como que no..., como que no me ha dicho nada esta película. La ví ayer, un día después de ir a cenar a un japonés (una de las gastronomías que más aprecio). Ya sé que no tiene nada que ver pues igual, aunque los camareros vestían quimonos, el chef pudiera haber sido de Barbate, pero éso, junto con el post que colgué sobre arte oriental en flash me hizo imbuirme de un espíritu "de ojos rasgados".
La película tiene una impecable factura estética, éso nadie lo puede negar, pero muchas veces se demuestra que éso o incluso éso más una correcta interpretación actoral, pueden no ser suficientes para que una película "nos llegue". Sólo diré que no había leído el libro de Arthur Golden en que se basa el film, pero tampoco pienso hacerlo después de verla.
¿Qué es lo que no me ha agradado? Una suma de elementos: calefacción muy alta en el cine + duración excesiva de la película (2 horas y media) + desequilibrio en la forma de narrar la acción (demasiado lenta mostrando las andanzas infantiles de la protagonista y demasiado rápida en mostrar como la protagonista llega a ser geisha) + demasiados "lugares comunes" (se aprecian elementos de diversa procedencia siendo el más relevante, una especie de versión oriental de "la Cenicienta") + final folletinesco-culebrón.
En suma y para abreviar: recomendable si te gustan los "culebrones" y más si te gustan "añadidos exóticos". Aparte de éso, poco más.
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Pues haces mal si no lo lees, aunque con el sabor amargo que te ha dejado la película no me extraña, pocas ganas te deben quedar. Yo continuaré después de lo leído con mi sana costumbre:
No ver películas de las cuales hayas leído el libro antes (para evitar chascos e indignaciones personales basicamente)
Besos
11:03 p. m.
Deduzco que la has leído... pues creo que más vale que no la "visualices"...JEJE
Besos.
11:09 p. m.