Muy acertado el "artículo del día", "Palabras pero no huevos" en "el Periódico de Catalunya". Está firmado por Joan J. Queralt, Catedrático de Derecho Penal de la Universitat de Barcelona. Puede leerse aquí pero me quedo con algunos fragmentos:
"Hay que ponderar la libertad de expresión ruidosa de unos ciudadanos frente a la de otros ciudadanos, no menos respetables, que ejercen su derecho a la libertad de manifestación de su pensamiento con voluntad de incidencia en la contienda electoral. Con la ley en la mano --repito, con la ley en la mano--, no me parece exigible el silencio a los que no quieren oír lo que otros quieren decir. Será molesto y hasta inoportuno, pero no por ello deja de ser legítimo, pues unos y otros quieren influir en la opinión pública."
"La agresión verbal empieza con la intimidación, esto es, con la amenaza; el abucheo, el grito, la mofa, el improperio y hasta el exabrupto no encajan en la ley; menos aún durante la campaña electoral, donde, lógicamente, se reducen todavía más los límites, siendo uno de los momentos álgidos de la libertad de expresión."
"LOS ABUCHEOS y expresiones de malestar contra Mariano Rajoy en el mercado de Collblanc el sábado no ofrecen duda alguna: son una muestra del ejercicio de la sagrada e irrevocable libertad de expresión. Por ello, no solo es un error, sino un grotesco modo de sacar los pies del tiesto, que alguien, y más con el currículo de Ignacio Astarloa, tilde de nazis a los clientes y tenderos del mercado por decirle a la cara de su líder lo que piensan de él y de su partido. Ese injusto epíteto --que en Alemania sí sería delito-- delata a quien lo profiere."
Nada que añadir, sólo que lo subscribo plenamente.
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