En los posts anteriores hablaba de la gente de este pueblo donde paso mis vacaciones, hablaba de la importancia de no tener problemas con la misma, hablaba un poco de la historia reciente y cómo ha podido influír en el carácter del habitante, y los tipos de habitantes que se conforman. He hablado de los residentes y ahora toca hablar de los transeúntes.
Como comentaba hay dos tipos de transeúntes: los hijos y nietos de los que emigraron en la postguerra y otros, que están más bien de paso. Ni que decir tiene que teniendo en cuenta la gran emigración que hubo en estos pueblos, muchos campos se quedaron sin ser trabajados, se perdió mucha ganadería, todo lo cual, unido a la poca demanda de materias primas como la madera o la piedra llevaron a la decadencia de la región. Pasadas las décadas, las muchas casas vacías se vuelven a ocupar, sobre todo en esta época del año, esto es, ya no para vivir de esto sino para descansar aquí. Y la gente, acostumbrada a las comodidades de la ciudad no se conforma con cualquier cosa con lo cual el pueblo está viviendo un nuevo renacer, pero como ciudad de descanso vacacional. ¿En qué consiste ese nuevo renacer?, pues sobre todo en que, en los meses "benignos" del año, mucha gente, sobre todo jubilados, residen aquí, huyen de los agobios de la ciudad y buscan tranquilidad, buen clima, buenos alimentos, etc ... (ambiente sano, en suma). Con ello, la población se multiplica. Pero además, las casas que estuvieron vacías muchos años, se restauran, se arreglan, se llenan de comodidades, etc ... con lo que el aspecto de abandono que tuvo el pueblo durante muchos años, ha cambiado radicalmente. En buena medida, frente a un residente conservador, conformista, que no vé más allá de sus narices, el transeúnte pero con casa en el pueblo es el que está dándole vida.
Los que están más bien de paso son otra cosa. Estos son turistas propiamente dichos que vienen atraídos por aquello de lo que "hace bandera el pueblo". ¿Y qué es aquello de lo que hace bandera? Pues me temo que en un alarde de poca visión de futuro, sobre todo, de las fiestas. Las fiestas son la semana que viene (fiestas patronales de San Bartolomé), también las de San Cristóbal (un día en Julio), San Juan, San Marcos y San Antonio. Poco o ningún partido se saca de la tranquilidad, de la naturaleza, del treeking, de la pesca, de la caza, de la gastronomía. No interesa un turista "de calidad" que pueda dar riqueza a la región y que ofrezca perspectivas sólidas y continuadas para el desarrollo futuro sino el que venga a darnos el pan para hoy y ya se sabe: "pan para hoy, hambre para mañana".
miércoles, agosto 16, 2006
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Pipero
5:06 p. m.
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