Veo el mundo entre volutas

IconMi reflexión sobre el mundo a diario (o casi). Menos para el público y más para mí mismo.

Sobre el no hablar más de la cuenta, el respeto y la prudencia

La edad enseña mucho, sin duda. Y una de las cosas que enseña es a no hablar más de la cuenta, uno de los aspectos de lo que se entiende por "prudencia". Enseña a hablar cuando se espera que lo hagas y a hacerlo en la justa medida, sin avasallar a otros y vencerlos sólo (si es que eso es lo que se busca) por la fuerza de los argumentos.

¿Decía la edad?, quizás otro componente que ayuda a no hablar más de la cuenta es la experiencia (que a veces, no va necesariamente ligada con la edad) y un último componente es el respeto. Este último me parece particularmente importante, y se aprecia de las siguientes formas:

1) Respetas a los demás cuando no te consideras más listo, ni más inteligente que el resto, porque te aseguro, si crees lo contrario, puedes llevarte más de una sorpresa.
2) Respetas a los demás cuando por más cargado de razones que te consideres, hablas tanto como escuchas o más bien, escuchas más que hablas, y digo "escuchar", no "oír en la lejanía".
3) Respetas a los demás, cuando con los antecedentes anteriores (no considerarte más listo, etc...) o quizás, poniéndolos "en funcionamiento", no vas "dando lecciones", dando consejos, ni imponiendo tus razones a quien ni lo espera ni lo desea.
4) Respetas a los demás, cuando si se te pide un consejo o una lección, lo das (o la das), sin ir "de sobrado" con el tema porque es muy fácil que una persona inteligente te pueda poner en un compromiso.
5) Respetas a los demás, cuando escuchando la opinión, el pensamiento o los deseos de los demás, escuchas realmente, esto es, comentas, expones tus cuestiones, de una forma constructiva y nunca avasallando o ninguneando ese pensamiento de los demás.

Lo contrario a lo anterior es no respetar, es ir "de sobrado" por la vida, "de chulo", de "listillo", de persona soberbia a la cual la soberbia no le granjea la amistad sino más bien el recelo de los demás y cuyo único horizonte es encontrarse con alguien aún más sobrado que más tarde o más temprano le pondrá en su lugar.

Todos nos encontramos con "listillos" en nuestro "día a día". Gente que, suele ocurrir, que al poseer elementos materiales de lo que algunos piensan que es la vida (pareja, hijos, coche/s, casa familiar, patrimonio, etc...) se piensan que ya saben todo de la vida, y pueden ir impartiendo lecciones a los pobretones q los que nos faltan todos o alguno de los elementos que definen su estilo de vida. Se olvidan que la edad, la experiencia, el respeto y la prudencia, son reglas fundamentales en la vida.

No daré consejos, sobre cómo tratar a estas personas o como ser prudente en la vida, mejor que yo, los da Baltasar Gracián en los 300 aforismos que componen su "Oráculo Manual y Arte de la Prudencia", redactado en 1647 pero de plena actualidad pues los temas de los que trata son totalmente atemporales.

Podéis consultarlo aquí.

 
 
 
 

Publicar un comentario 1 volutas:

Lunarroja dijo...

Ya se sabe que la experiencia es un grado...

12:00 p. m.

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