"Los malos regalos, como casi todo, tienen un coste. Solo hay que pensar en la tensa sonrisa que provoca en el receptor una corbata no adecuada o un perfume que se halla en las antípodas de su gusto olfativo.
En términos estrictamente monetarios, algunos economistas se han dedicado a calcular ese coste. Desde comienzos de los 90, Joel Waldfogel, de la universidad de Pennsylvania, lleva a cabo un estudio en el que pide a sus alumnos que valoren los presentes que han recibido. La principal conclusión de Waldfogel es que aquel que regala valora mucho más el obsequio que aquel que lo recibe. Ejemplo: alguien regala un jersey por el que paga 90 euros, cuando el destinatario de la prenda solo estaría dispuesto a pagar 60 euros por ella. Esta disparidad viene a provocar que una enorme cantidad de dinero se gaste cada navidad de forma innecesaria."
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Y vosotros, cuando regaláis, ¿pensáis realmente en la persona a quien le hacéis el obsequio?
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