Veo el mundo entre volutas

IconMi reflexión sobre el mundo a diario (o casi). Menos para el público y más para mí mismo.

Piratas del Caribe - 3: ¿Me equivoqué!

Pensé que después de la tomadura de pelo que fue la segunda parte, a la cual acudí expectante después del buen rato que me había hecho pasar la primera, la tercera habría hecho algo más que rectificar un guión tonto, insulso, ñoño, al servicio de una cantidad exagerada de efectos especiales, al cual sólo le daban un poco de salsa las gracietas de Johnny Deep... Pues no, ¡me equivoqué!

La tercera parte de esta trilogía (espero que sea así y que después de haber llegado al fin del mundo, este grupo de "piratas" no se dediquen a explorar otras dimensiones) es tan tonta, insulsa y ñoña como la anterior, con unos personajes ya más que agotados pese al esfuerzo de los guionistas por darles un poco de ... "entidad"... a base de diálogos más frecuentes que en la parte anterior. Para postre, Johnny Deep tarda en salir, el rato suficiente como para que si no eres una fan quinceañera, acabes harto del dúo Orlando Bloom-Keira Knightley. ¡Ni siquiera el genial Geoffrey Rush es capaz de poner orden en el tema! Además es larguísima (2 horas y 48 minutos) para algo que se podría haber explicado en bastante menos tiempo. El exceso de metraje se nota pero no excesivamente, gracias a un uso (y abuso) de escenas de luchas y efectos especiales de todo tipo que hace que consigue evitar que te levantes de la butaca y te vayas.

El final, penoso, y no deja tan evidente que la trilogía se quede en tal...

Me ha pasado con Piratas del Caribe lo mismo que me sucedió con Matrix. El esquema del desastre es: primera película genial a la que Hollywood, viendo el éxito inesperado, decide explotar hasta los límites. Contratan buenos guionistas y los mejores equipos de efectos especiales que se esfuerzan por dar continuidad y "resolver" una historia que para nada necesitaba ser continuada ni resuelta. ¿El resultado?, productos que a nivel de guión y de historia parecen coherentes, pero que han perdido toda la frescura inicial que los hizo, por un motivo u otro atractivos. Cuando además, la mayor disponibilidad de presupuesto hace que la peli se convierta en una exhibición de efectos especiales es cuando se puede decir que un buen producto ... ¡acaba de fastidiarse!

 
 
 
 

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