Veo el mundo entre volutas

IconMi reflexión sobre el mundo a diario (o casi). Menos para el público y más para mí mismo.

La importancia de dar un “no” a tiempo

No, no soy psicólogo. De hecho poco creo en las bondades de la actuación de los psicólogos, basada más en teorías y corrientes de pensamiento que pueden anularse unas a otras que no otra cosa. Muchas opiniones que vierto en este blog y que entroncan con la Psicología están hechas desde la perspectiva de mi experiencia personal/visión del mundo. En ella, estoy, como muchos, habituado a ver esquemas familiares en los cuales a los hijos se les da todo tipo de lujos y privilegios, so pena de que se traumaticen y salgan "tocados" de mayores. Ese esquema, desgraciadamente, se está reproduciendo desde hace años en la educación pública (y privada) y sigue, años después de la infancia, durante la adolescencia. Los hijos nacen y se crían en un lecho de algodón del cual está vedado todo aquello que no sea tan dulce y suave como ese mismo lecho. Hace poco en este blog incluía algunas citas y reflexiones sobre el chantaje emocional. De ese chantaje, si bien se conocen ejemplos en las relaciones de pareja, comienza a manifestarse bien pronto, ya en las edades infantiles, a partir del momento en el cual algún miembro de la pareja progenitora decide que por una vez, aquello no será como quiere el niño (o niña). Si la criatura nunca ha recibido un "no" por respuesta, comenzará su acto "chantajista", que se verá reforzado si el otro progenitor o agentes externos (tíos/tías, vecinos, etc…) apoyan la petición, ante lo cual, si no somos firmes, acabaremos cediendo, con lo cual se creará un círculo vicioso de reiterados chantajes y cesiones. La estrategia del "chantaje emocional" es más que evidente y aunque anteriormente cité varios perfiles, claramente hay uno que destaca y es aquel del personaje "que pretende dar pena". Si "dar pena" da resultados en las edades infantiles, convertiremos al individuo en un "chantajista emocional profesional" para el cual todas sus actuaciones en la vida, sean personales o profesionales, se basarán en esa actitud la cual utilizará siempre que no encuentre a alguien más fuerte y más dispuesto a dar el "no" por respuesta y a quien no le importe pasar por "malo" en el manipulado círculo del "chantajista". Porque aunque todo el mundo puede reconocer que estos personajes son patéticos, en el fondo son muchos los que acaban (yo mismo más de una vez) dejándose manipular y cediendo al chantaje. Y con la cesión nadie sale beneficiado, ni siquiera el chantajista, el cual, aunque a corto plazo pueda conseguir una ventaja, a largo, cualquier éxito en la vida sólo lo podrá obtener si es capaz de chantajear/manipular a quienes se crucen en su camino.

 
 
 
 

Publicar un comentario 2 volutas:

Bito dijo...

Imposible estar más de acuerdo contigo. Durante algún tiempo he estado trabajando con niños y he podido ver como los padres se dejaban manipular por ellos incapaces de aguantar un llanto más de dos minutos o el rídiculo (¿?)que sienten al regañar a su hijo en público. Así ocurre que luego uno se encuentra con niños insoportables que lo único que se merecen es una buena hostia. Y que conste que no estoy a favor de pegar, pero tampoco defiendo a ultranza el diálogo como única vía. A ratos se dialoga, por supuesto, pero a ratos se obedece.

Pues eso.

11:56 p. m.

Anónimo dijo...

De chantaje emocional podría escribir yo un libro. El tema aún es más peliagudo cuando la criatura es hijo/a de padres separados... entonces el progenitor/a recibe lindezas chantajísticas por dos bandas: por la de la criaturita y por la del ex...

Beth

8:39 a. m.

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