No sé, no sé... en algunos casos podría valer la afirmación, pero hay otros en que no lo tendría tan claro. ¿Un ejemplo? montar una empresa entre tres socios. Si los tres son diferentes, con sensibilidades que pueden ser hasta dispares, pero con un punto de vista común en cuáles son los objetivos y la forma de llevarlos a cabo, es decir, tienen ese punto "vital" a compartir, entonces poco importa la relación personal que pueda existir entre ellos, incluso es permisible que un día te entiendas bien con uno, y otro con otro y hasta que un día te cabrees e incluso odies profundamente a uno y al día siguiente al otro (ten claro que ellos harán lo mismo contigo). Si en vez de tres son dos los socios, los desacuerdos duran más y pueden minar profundamente el entendimiento básico para tirar adelante.
Compartir objetivos comunes y la forma de llevarlos a cabo es lo que "forma compañía" independientemente del número de elementos que la compongan.
miércoles, marzo 26, 2008
Etiquetas:
personal,
psicologia,
sociologia,
trabajo
Fumado por
Pipero
10:36 p. m.
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Publicar un comentario 2 volutas:
Coño (perdón), esto de los dos socios me recuerda algo, la verdad que sí... :-)
9:08 p. m.
JEJE... sí, 3 versus 2... qué es mejor?
;-) Venetiano... buen finde!
9:28 p. m.