"JOSEP-MARIA TERRICABRAS.
El Ayuntamiento de Vic ha sido siempre ejemplar en el trato a los inmigrantes y en el esfuerzo para facilitarles la integración. Esto le costó las críticas primitivas de un grupo racista que en las últimas elecciones obtuvo muy buenos resultados. Ahora, el ayuntamiento ha querido cambiar las condiciones de empadronamiento, amparado en el hecho de que la legislación española sobre este punto es confusa, por no decir contradictoria. Y ahora casi todo el mundo se ha abalanzado sobre el ayuntamiento, tratándolo de xenófobo. Vic ha acabado haciendo lo que se le ha pedido, y todo el mundo ha expresado satisfacción, como si todo fuera ya normal, como si todo se hubiera arreglado."
Más, aquí.
Pongo este corte de un comentario de Josep María Terricabras (y por supuesto, recomiendo el resto del mismo), pues lo subscribo al 100%. Me cansa tanto "buenismo", cansa tanto utilizar "lenguaje o actitudes políticamente correctas", para no afrontar de cara los problemas. De hecho, para lo único que no se emplea el lenguaje políticamente correcto es para tildar de fachas, xenófobos, etc... a quienes se atreven siquiera a plantear estos problemas (penosos los programas de Wyoming en la Sexta los últimos días en relación al tema). Porque estos problemas existen, y no los causan los ciudadanos ni el consistorio de Vic, ni los inmigrantes legales, ni tan siquiera los ilegales, los causan los políticos con tanta ansia por hablar mucho para no decir nada y mucho menos hacer nada y también los causan los que sin saber de qué va el asunto se apuntan al buenrollismo y a crucificar a quien se queja de los problemas causados por las "vacas sagradas" de esta curiosa y exótica "progresía". Tampoco, ni mucho menos, no son un tema que no se hable en la calle... no fotem!!, claro que se habla!!, me hace gracia cuando los políticos, sean del signo que sean deciden lo que se habla o no en la calle. Que pasen por los ambulatorios, o las guarderías y escuelas y veran lo que se cuece!!
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