¿Cómo es la gente que habita este pueblo? Pues bueno, es lo que tiene: pueblo pequeño, aislado, de alta montaña, pueblo de aquellos en los que la historia reciente española, Guerra Civil, postguerra, Dictadura, vuelta de la democracia, se hicieron notar tanto a nivel político como a nivel económico. Durante la guerra unos eran "los malos", en la postguerra, los "malos" pasaron a ser "buenos" y todo el resto "malos" ("si no estás conmigo estás contra mí"). Eso provocó primero una represión violenta, luego ya no tanto pero sí con una vida solo facilitada para los vencedores (sin comillas) y, finalmente, una emigración de casi la mitad de la población, hacia las grandes ciudades, Barcelona, Zaragoza y Valencia, principalmente. Ni que decir tiene que la emigración masiva provocó la decadencia del lugar pasando de más de 1000 habitantes a principios del siglo XX a los actuales 270 habitantes. No sólo eso: en la actualidad, la natalidad es bajísima y, el pueblo mantiene a duras penas escuela, aunque sí médico (algo obvio dado que la media de edad de la población supera los 50 años y los achaques predominan en esta población tan anciana). Las carreteras no facilitan el desarrollo, sin duda, pues pasan por ser las más atrasadas de toda la provincia de Teruel: las curvas cerradas, los peraltes, el firme destrozado, los precipicios a uno y otro lado y sobre todo, la estrechez, impiden que lleguen demasiados turistas ni nada ni nadie que pudiera contribuír al progreso del lugar.
Todo esto ha llevado a crear dos perfiles de habitantes: los residentes y los transeúntes. Dentro de los primeros estarían los que habitan en el núcleo del pueblo y los que lo hacen en las masías, en muchos casos mal comunicadas y con falta de estructuras básicas. Dentro de los segundos estarían aquellos hijos (y nietos) de los que emigraron en la postguerra y los que no tienen nada que ver y serían propiamente transeúntes, veraneantes, excursionistas, etc, etc ...
Ni que decir tiene que el carácter de los residentes es, sin entrar en temas políticos, el de "conservadores sociológicos". Quien más quien menos, dispone de recursos económicos, gran casa, quizás tierras, quizás ganados o tiene una pensión que le hace sentir "el más rico del mundo". No todo llega a estos pueblos y, ya se sabe, es difícil ambicionar aquello que no conoces y cuando ya eres persona mayor, las ambiciones y grandes deseos de la juventud, menguan o incluso desaparecen. Es un tipo de gente que sin ser mala gente se sienten en su "cielo particular"(aunque sólo esté a 1.130 metros de altitud) y no desean que nadie venga a perturbarlos (de ahí mi comentario en el post anterior, sobre que no conviene "hacerse notar"). Estos temas no son aplicables a los que habitan en masías los cuales lo que consiguen lo hacen con esfuerzo, están sometidos a las inclemencias de un clima extremo tanto en el calor como en el frío, llevan años batallando porque les hagan llegar infraestructuras básicas, por ejemplo, electricidad, teléfono, carreteras, ni que sean de tierra. Pese a ser "residentes" siempre han sido vistos con recelo, sobre todo durante la postguerra, en una época en la que los ?masoveros? eran sospechosos habituales de ayudar al maquis. Y hoy en día no es diferente, pues varias masías han sido habitadas por familias procedentes de otras regiones, más acostumbradas a un nivel de servicios superior al que aquí se da.
miércoles, agosto 16, 2006
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Pipero
4:56 p. m.
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