Veo el mundo entre volutas

IconMi reflexión sobre el mundo a diario (o casi). Menos para el público y más para mí mismo.

El refugio 307

"...destaca la buena factura del túnel, cavado a pico y pala, con las paredes recubiertas con ladrillos y bóvedas a la catalana. El refugio cumple la normativa de la Generalitat republicana. Letrinas a la entrada, cantos redondeados por si había que entrar camillas y, a unos 12 metros de la puerta, un recodo en zigzag para evitar la metralla de las explosiones.


Las familias se sentaban en bancos de madera alumbrados por quinqués de petróleo que tenían que apagarse cuando llegaban los aviones. Había una guardería para los niños, ahora semienterrada. El estruendo de los bombardeos cuando arreciaban los raids y el peligro de derrumbe provocaban crisis de angustia. Por eso a los niños se les entregaba un lápiz o una pequeña madera colgada de un cordel para que mordieran fuerte en los peores momentos. En el refugio había una fuente natural, que se utilizaba como cisterna. Y un letrero, intacto todavía, con las letras borrosas. 'Abstenerse de hablar para establecer un buen orden', reza. Pero parece que al final --Franco bombardeó Barcelona hasta la víspera de su entrada triunfal-- los niños corrían por los túneles."

"El Museu d'Història de la Ciutat ha habilitado unos plafones para refrescar la memoria sobre aquellos acontecimientos. Los niños que se escondían en los túneles son hoy ancianos con la memoria fresca. El 1 de abril se inaugura el refugio 307, que estrena en su entrada graffitis con aviones y dianas extraídos de carteles de la Junta de Defensa. Habrá visitas todos los fines de semana y una ambientación que rehuye el cartón piedra y trata el lugar con respeto, con el mismo respeto que pidió Winston Churchill, premier británico, a los británicos en 1940, en plena batalla de Inglaterra, cuando les dijo que resistieran 'como lo hizo el valiente pueblo de Barcelona'."

Más, aquí.

 
 
 
 

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