"El tumor que los dominaba, el pasado personal y el tiempo perdido en una vida que se acababa fueron los temas estrella de las obras representadas. El cáncer se simbolizó con trazos enmarañados que podían interpretarse como figuras de lagartos, arañas o insectos, explica Colette. La soledad se tradujo en montañas con un solo caminante y fincas habitadas percibidas como bloques de casas inhumanos.
La vida fue representada por sucesivas puertas con marcos consecutivos y superpuestos. La muerte apareció en dos posibles nadadores tirándose al agua. El pasado fueron intensas masas oscuras, rojas o verdosas, en las que, curiosamente, su autor dijo ver un horizonte luminoso y alegre, de esperanza. "Casi todos vieron trazos alegres en sus obras", destaca Pascual..."
"'Pintando se sintieron útiles de nuevo, redujeron su desesperación y experimentaron sentimientos difíciles de representar de otra forma. Eso se tradujo en un bienestar emocional y espiritual que les ayudó a morir con notable aceptación', añade el oncólogo. 'La pintura los situó en una posición más honorable en el hospital --añade la psicóloga Nadia Colette, que intervino en el trabajo--. Tuvieron un final de vida más digno de lo habitual'".
martes, mayo 08, 2007
Etiquetas:
arte,
medicina,
muerte,
psicologia,
salud
Fumado por
Pipero
9:20 p. m.
Más, aquí.
Se trata de una iniciativa, pionera en España pero reflejo de lo que se hace en otros países, iniciativa que es aplicable a enfermos terminales y que busca dignificar la muerte y llevar a que ésta se haga de la forma menos traumática posible, quizás no a nivel físico, pero sí, psicológico. Ser útil o quizás "trascender" de alguna forma, por pequeña que esta sea, hace que nuestro paso por la Tierra no haya sido tan inútil. El arte es una buena forma de conseguirlo.
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