Es el dilema que me producen ciertas controversias de regusto religioso que han salido a la palestra en los últimos tiempos.
En primer lugar, la peli "Camino", dirigida por Javier Fesser, en un estilo bien alejado de su "el milagro de Petinto". Un auténtico drama que refleja el auténtico sadismo (porque no se puede calificar de otra forma) a que se puede llegar en aras de conseguir la santidad de una niña, para bien de "la Obra". La peli, aunque ya hace meses fue estrenada, no la he podido ver hasta ayer, una semana después de que fuera multipremiada en la última edición de los Goya. Por lo que he visto y los testimonios que he oído refleja fielmente la manera de actuar sectaria (descerebrada) con que actúan los adeptos a esa "obra"... de todos conocida pero que no nombraré. La recomiendo aunque advierto: pone "de mala ostia" y te introduce en el dilema que da título al post.
Relacionado con este mismo tema está el de si se "desconecta" a Eluana, o qué, la pobre italiana, 17 años dependiente de un aparato para seguir viviendo (está en coma desde el 92), pero con nulas esperanzas de sobrevivir de una forma mínimamente digna ni que existiera el milagro que no va a darse. La insistencia del gobierno del amigo de Aznar y patrón del Telecinco en hacer un decreto para impedir el que sería un acto de, no sé si caridad, pero sí de humanidad, es absolutamente vergonzosa y plantea la pregunta de "si ellos actuarían de la misma forma si se tratara de sus propios hijos/as". Espero que el presidente de la República Italiana, de cuya firma dependería que se impidiera la desconexión y que hasta ahora se ha negado a firmar el decreto, se mantenga.
Después está el tema que ya dura semanas, sobre la rehabilitación por parte de la Iglesia Católica de los cismáticos lefebvrianos, encabezados por el obispo Richard Williamson, el cual no sólo niega el Holocausto (las cámaras de gas no exterminaron 6 millones de judíos) sino que con otros de los suyos, vé totalmente útil y conveniente el papel de la Inquisición durante siglos...
Si me pongo en plan radical diría,... dada la "utilidad" de la Inquisición, vamos a aplicarla con todo su rigor sólo en tres casos: a la hoguera con el tal Williamson, con Berlusconi y su gobierno o con los sádicos manipuladores de la secta llamada "la Obra"... Si me pongo en plan civilizado lo cual es muy conveniente, me quedaría en que todas estas cuestiones me producen un profundo desasosiego espiritual y en ocasiones como éstas, celebro muy mucho de haber dejado hace muchos años las cuestiones religiosas en un sano segundo -o tercer- plano. Cada vez más, para mí, la religión sólo tiene una justificación en la vida de (algunas) personas, y es la de introducir una serie de parámetros éticos, más o menos compartidos por todos -religiosos o no- que pueden guiar una vida en paz. Fuera de ese punto, la religión (cualquiera) lo que tiene que hacer es callar y dejar que los humanos y no lo espiritual gobiernen el mundo.
domingo, febrero 08, 2009
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Fumado por
Pipero
8:51 p. m.
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