Veo el mundo entre volutas

IconMi reflexión sobre el mundo a diario (o casi). Menos para el público y más para mí mismo.

Crónicas pipero-madrileñas - 4: Las primeras horas

Tras la llegada, con todo el equipaje encima, toca hacer lo posible por recuperar fuerzas (si tienes apetito) o intentar liberarte de tu carga. Como a las 7 y pico de la mañana, por más frío que haga, uno no tiene demasiadas ganas de echarle algo al estómago, decidimos dirigirnos al hostal de M.E., quien tuvo la suerte de que yo no dispuse y pudo encontrar una cama en Argüelles, en el mismo Madrid. Desde Chamartín, se va al sitio en cuestión en Metro, con un único transbordo. Por cierto, en otro post, hablaré del Metro de Madrid y los sentimientos que me produce a mí y a bastante gente con la que he comentado el tema. Costó unos 20 minutos llegar al hostal, previos a los cuales, tuvimos un "hospitalario" recibimiento (bueno, de hecho, todos los que estaban en el andén) por parte de un tipo un poco chiflado, un poco borracho y en cualquier caso un tipo que respondía al fenotipo "manifestante-banderagallina" (porque "aguilucho" es decir mucho…). Supongo que eso tuvo su lado positivo porque sirvió para despertarnos un poco de la fría mañana.

Tras dejar el equipaje de M.E. en el Hostal, nos dirigimos… "como quien no quiere la cosa", a desayunar en la Puerta del Sol y anejos y céntricos barrios. La primera impresión de ver Madrid a las 8 de una fría mañana de Marzo, pero en sábado (detalle importante), es de lo más interesante. Las calles semivacías, algo así como alguna escena de película de Aménabar (¿"Abre los ojos"?). Interesante sensación, aunque un poco fría, con lo cual, el desayuno obligado fue a base de churros (¿porras?, nunca me ha quedado clara si la diferencia es en grosor o en longitud…), con chocolate bien caliente. Con las "pilas recargadas" y yo, con bolsa de equipaje y cámara, iniciamos un peculiar viaje mañanero por el "Madrid de los Austrias" que ilustro aquí…

Habíamos quedado con unos amigos en Tres Cantos, cerca, por tanto de mi hotel, por lo tanto, volvímos a Chamartín a coger el tren de cercanías (en principio sin ningún problema reseñable, al menos en sábado) y aprovechamos para hacer llamadas a amigos madrileños. La idea es obvia…"estamos aquí y hoy no vamos ‘cagando leches’, ¿podemos vernos en algún momento?"…

 
 
 
 

Publicar un comentario 2 volutas:

Anónimo dijo...

Son muchas las cosas que te pueden suceder en Madrid, buenas, malas, raras, divertidas,extravagantes... puedes flipar en cualquier esquina. Ya nos contarás tu idea sobre el metro.

10:12 p. m.

Unknown dijo...

Espera y verás. Gracias por tu visita.

4:59 p. m.

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