Es domingo y llevo una semana viendo episodios de la serie "House". No la ví en su momento, pero, por suerte, me he hecho con grabaciones de los episodios emitidos con lo cual, en los momentos de "descanso del descanso" me he dedicado a ver uno o varios episodios. Ahora mismo puedo decir que "me he puesto al día" con esta serie y ya tengo más elementos de juicio sobre la misma.
Durante los meses en que se emitió, más o menos desde principios de este año 2006 en el canal Cuatro, sólo pude ver alguna escena fugaz haciendo "zapping" y he de decir que no me gustó demasiado. El protagonista, el actor británico Hugh Laurie, viejo conocido por su papel de rey Jorge en la serie Blackadder con Rowan Atkinson, parecía, eso sí, sumergido en el papel de un prepotente personaje, el médico Gregory House. Al estar yo mismo sumergido, por motivos profesionales, en la relación con este tipo de personajes (seres prepotentes que esconden a frustrados, inseguros, cargados de complejos, etc ...), pues, diría que no me sentía especialmente atraído por el sujeto (todos tenemos nuestras historias pero no por eso hemos de convertirnos en seres repelentes enemistados con medio mundo). Aún así, el último episodio de la temporada lo ví y no me desagradó demasiado con lo cual me apresté a ver, en vacaciones, algunos episodios (los que aguantara) de esta serie ...
Para quien no lo conozca, el resumen rápido de la misma es el siguiente: un hospital en algún lugar que no tengo claro de Nueva Inglaterra. Tres personajes de referencia: House, el oncólogo Wilson, único amigo de este personaje (ya sugiere bastante que sea "el único amigo"), y la directora médica del hospital. House tiene un equipo formado por tres jóvenes médicos: una chica "guapita", un chico "guapito" y un negro (afroamericano, si somos "políticamente correctos" en el lenguaje, algo que nunca es House). House y su equipo se dedican a diagnosticar los casos difíciles y a buscar el mejor tratamiento para ellos. A partir de esta situación "de base" puedes ver, a lo largo de la serie un desfile de casos no raros, sino rarísimos, y una serie de planteamientos de relaciones personales y profesionales la mar de curiosos, llamativos, a la par que fiel reflejo de muchas situaciones cotidianas.
Se puede ver que, rasgando-rasgando, bajo la apariencia de un ser asocial, un sociópata convencido, un divo-divino, un ser incapaz de mostrar sentimientos, casi ni siquiera bajo situaciones que obligan ello, un ser ... fundamentalmente cobarde en sus relaciones personales pero muy valiente en tomar decisiones profesionales, se esconde alguien que en algún momento pudo ser alguien a nivel persona (no a nivel profesional), pero que "se dejó algo por el camino" y no parece demasiado interesando en volver atrás a buscarlo. Nadie puede dudar de la profesionalidad y seriedad de este médico-tipo, pero sí mucho de sus valores personales. Hablábamos de Gregory House, pero en la serie se ven otros tipos de personajes: el amigo Wilson que todo lo perdona (en un alarde de paciencia o falta de criterio- infinitos); la jefa que considera un impresentable al tal Gregory House, pero como resuelve casos difíciles, da prestigio al hospital y, claro, eso representa que, pese a lo impresentable que sea ¡hay que tolerarlo un poco más pues puede atraer "benefactores"!. Luego está el equipo, con un médico guapito-"hijo de papá" que pese a lo bueno o lo malo que sea es sistemáticamente despreciado por House (se llama mobbing ... aunque pensándolo bien, ¿a quien no le tiene manía, House?), una médico guapita, enamorada secreta (y no secretamente) de House, cuyo amor resiste "contra viento y marea" todos los desplantes de tal personaje, ingenua, profundamente ingenua, y, finalmente, Foreman, el médico afroamericano que parece ser la única réplica digna a House, profesional, competitivo, y, si no fuera porque le falta experiencia, podría ser tan o más repelente que el propio House. Para acabarlo de rematar, la ex de House, casada con otro tipo, va a parar a trabajar al hospital (ella es abogado) y se vuelven a liar ... si es que hay personas que les gusta que les den caña!! (metafóricamente hablando, se entiende) ...
Si a los elementos anteriores le sumamos unos planteamientos de casos médicos la mar de curiosos, exóticos ... raros en definitiva, que no sabes si estás frente a médicos brillantes o auténticas gafes médicos que hacen que si vas a ese hospital por un catarro te acaben diagnosticando una esclerosis múltiple o algo peor cuando no, por un error, se ven obligados a trasplantarte el hígado o hacerte pruebas diagnósticas no sólo caras sino traumáticas (la estrella es? "la PUNCIÓN LUMBAR")... hacen de esta serie un raro producto que, no acabo de entender por qué pero, ¡ENGANCHA!. ¿Quizás sea que está de moda lo "friki"?, ¿quizás sea que molan más los que van en plan sarcástico que no la fina ironía?, en cualquier caso tiemblo de pensar una próxima generación de médicos imbuídos de "estilo House".
Postdata: Es de loar, eso sí, el rigor de lo que explican y la "propiedad" del lenguaje médico utilizado. ¡Ya estaría bien que otras series aprendieran de ella!
viernes, agosto 11, 2006
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Fumado por
Pipero
4:40 p. m.
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Publicar un comentario 4 volutas:
Ja, ja, ja , ja, ja, ja....
Ya te lo decía yo Pipero. Esta serie tenía miga. Coincido contigo en todo y admito que soy una adicta. Ya tengo ganas de ver los episodios de la nueva temporada.
Gracias por tu post
6:53 p. m.
Vaya sin engancha...
...pero además, a mí al menos, me engancha el eprsonaje de House, mucho, muchísimo. Sé que probablemente si me encontrara alguien así en la vida real me sentiría maltratada y le rehuiría, pero en la serie me gusta mucho. Contradicciones que tengo, ya ves... :-)
5:21 p. m.
Errrr... era "vaya si engancha", claro. El teclado, que se me rebela.
5:21 p. m.
Yo estoy enganchada a la gente desde que el año pasado empezó a emitirse en la Fox, algunos que jugamos con ventaja ;)
8:10 p. m.