Veo el mundo entre volutas

IconMi reflexión sobre el mundo a diario (o casi). Menos para el público y más para mí mismo.

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La ola (Dennis Gansel, 2008)

"La ola" es uno de los pocos últimos estrenos cinematográficos que suscitan un cierto interés en un otoño parco de estrenos de relevancia. Habla de un viejo tema, "el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla" y lo une con hechos específicos sobre la génesis de los regímenes autocráticos, y más concretamente de la génesis del nazismo en Alemania. En nuestra sociedad actual, tan cómoda y tan sabia ella, con todo lo que sabemos (supuestamente) que pasó una o dos generaciones antes que nosotros durante la Segunda Guerra Mundial y antes, ¿estamos seguros de que no se puede estar incubando algo similar a lo que ocurrió en la Alemania de principios de los años 20?. La respuesta pretende darla este film de Dennis Gansel, éxito del pasado Festival de Sundance, que está basado en unos hechos reales que ocurrieron en el otoño de 1967 en California. Aquí, en un instituto de secundaria, Ron Jones, un profesor de historia, no tuvo respuesta para la pregunta de uno de sus alumnos: ¿Cómo es posible que el pueblo alemán alegue ignorancia a la masacre del pueblo judío?. A partir de ese punto, Jones decidió hacer un experimento con sus alumnos: instituyó un régimen de extrema disciplina, restringiéndoles libertades y haciéndoles formar en unidad. El nombre de este movimiento fue The Third Wave. Ante el asombro del profesor, los alumnos se entusiasmaron hasta tal punto que a los pocos días empezaron a espiarse unos a otros y a acosar a los que no querían unirse a su grupo. Al quinto día Ron Jones se vió obligado a acabar con el experimento antes de que llegara más lejos.

El film adapta la historia a la realidad actual alemana, con un añadido peculiar: el profesor que induce a sus alumnos a estos hechos es ni más ni menos que un ácrata convencido, un ácrata que acabará sintiéndose la mar de cómodo en el papel de dirigente...

 
 

El "ojo" de Forest Whitaker

Porque lo tiene, porque lo ha tenido con su participación en este film, basado en la novela homónima de Giles Folden sobre el ascenso al poder de Idi Amin Dada en Uganda, y la rápida evolución a una dictadura de las más sangrientas que se recuerdan.

La narración de los hechos dista de ser un "documental" siendo más bien la explicación de los mismos desde un punto de vista totalmente subjetivo, el de un médico escocés que llegado como muchos británicos a un país por definición "inferior", con intención de "hacer carrera" (o como diría Idi Amin, "a follarse las africanas y robar lo que puedan" – refiriéndose a los británicos en general) acaba enterándose de lo duro que puede llegar a ser el mundo real y el africano en particular.

Este film muestra tres aspectos notables y dignos de mención: 1) el aspecto más documental (sin serlo) de la llegada al poder de un dictador y la (previsible) degeneración en el mismo con persecución política, asesinatos, derroche y corrupción, etc…, 2) el aspecto de la visión "occidental" en la que, efectivamente, nos podemos poner en la piel del doctor Garrigan, quien, llegado para colaborar en una misión, acaba convirtiéndose en médico y consejero personal del dictador para, poco a poco, ir renegando de la crueldad que presencia y que acaba sufriendo en carne propia, 3) la relación entre ambos personajes, los diálogos, diálogos en los cuales, el "listo" occidental, es perfecta y convenientemente manipulado, vía lisonja, vía palo-banana, para conseguir todo lo que de desea el dictador, incluso llevando a hacer al occidental todo aquello que le asquea, en este sentido, la actuación de Whitaker es particularmente extraordinaria y sus reflexiones dirigidas hacia el escocés, hacen pensar realmente, en la relación que ha unido a África con el resto del mundo.

Un film bien narrado, con una extraordinaria actuación de Forest Whitaker (sin desmerecer al resto de actores), quien merecidamente acaba de recibir el Oscar, pero con una fotografía, una banda sonora y una dirección artística, que bien podrían haber conseguido algo más que el Oscar de Whitaker.