... después de temblar, de abrigarme, de resguardarme, de buscar el lugar más cálido (en mi casa o en otra), me empiezo a recuperar, y entonces pienso en la pobre gente que vive a la intemperie, en un portal, en un banco, en una furgoneta del desguace, cubiertos de cartones, de mantas raídas, de ropa vieja cargada de mugre, expuestos no sólo al frío, sino a las ratas, o a animales peores (los humanos)...
Soy un privilegiado. Somos unos privilegiados, y a veces lo olvidamos.
Punxsutawney Phil ya ha hecho su predicción: El invierno será largo, o sea... lo de casi siempre. Así que, que nadie guarde mantas, abrigos, bufandas o peúcos, so pena de agarrar un buen catarro. Si alguien no sabe de qué hablo, que lea esto.
... pero es que, ¿hemos parado en algún momento?
Típico en estas fechas...
... para llegar a un destino turístico "diferente" en estas fechas. Se trata de Maeshowe en las islas Orcadas (Orkney) al norte de Escocia.
Se trata de un asentamiento Neolítico formado por un túmulo funerario al que se accede por un pasadizo bajo que presenta no sólo el vestigio neolítico en sí, sino también runas vikingas. Este monumento junto con otros cercanos, incluyendo la ciudad sepultada de Skara Brae, sepultada y descubierta prácticamente intacta hará algo más de 100 años, fueron designados patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.
Los vestigios vikingos datan del siglo XII (Duque Harald Maddadarson y Ragnvald, Duque de Moer), que dejaron a su paso por estas tierras, una serie de runas en la cámara donde se acogieron en una fría noche de invierno. Constituyen una colección única de 30 inscripciones vikingas, la mayor de todas las existentes fuera de Escandinavia.
Lo curioso del caso es que este monumento megalítico es interesante no sólo a nivel histórico y paisajístico sino que a la vez constituye un observatorio astronómico de primer orden para contemplar el solsticio de invierno, tal y como puede verse en esta webcam, que recoge el proceso minuto a minuto.