Época de disfraces, aunque a veces llevemos todo el año uno o múltiples (menos mostrarnos como realmente somos). Época de disfrazarse de "cosas de miedo", aunque a veces no dan más miedo quienes se disfrazan de esta forma, si no muchos que no lo hacen...
El vídeo lo grabé ayer, en la "Gran Rúa" de Barcelona, y muestra quizás la mejor comparsa de la misma. Disfrazados "de miedo", lo hicieron "de fábula"...
Es más que cierto que:
"Más vale ser un cobarde un minuto que muerto todo el resto de tu vida."
(Proverbio irlandés)
Pero, no es menos cierto que:
"La cobardía es madre de la crueldad."
(Montesquieu)
Por ello no olvidemos que:
"No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo."
(Epicteto)
"No temas ni a la prisión, ni a la pobreza, ni a la muerte. Teme al miedo."
(Giacomo Leopardi)
Los recortes que convertirán a la Ley de Memoria Histórica en algo así como el "papel mojado de la Memoria Histórica", el dúo PSOE-PP para retrasar al máximo la devolución de los papeles en mala hora llamados "de Salamanca" a la Generalitat de Catalunya, el freno a cualquier iniciativa que suponga devolver al Estado el patrimonio de la familia Franco, usurpado en su momento al propio Estado que tanto decían defender, todos ellos forman parte del "canguelo" o del "acojone" del PSOE frente al PP y a la derecha mediática más reaccionaria de toda Europa. Pero aún hay más, los recortes, en su momento, al Estatut, que fue copiado casi literalmente en todas las comunidades que han afrontado procesos de actualización de sus textos estatutarios, el tema de la persecución a toda "ofensa" a la intocable monarquía española, ¿hay quien dé más?
Vía Yonkis.com (una fuente de frikismo).
Sí, eso es lo mínimo que cabe exigirle a una película de terror: que dé miedo. Lo digo porque lo más probable, sobre todo en los últimos tiempos, es que el cine de terror de más risa que no miedo. No es el caso de "Los abandonados". Para ello se apoya en varios elementos. El primero el guión, un guión que puede considerarse un poco trillado, es decir, el, en este caso, la, protagonista que acude a recibir la herencia de su madre, a saber, un viejo caserón ubicado en medio de ninguna parte y que ha permanecido cerrado desde hace 40 años, poco después de que un luctuoso hecho tuviera lugar en ella. Una vez allá se reencontrará con un pasado que desconocía,... así como con los tenebrosos habitantes que ocupan la supuesta "casa vacía y abandonada".
El segundo elemento es la inquietante y a ratos terrorífica atmósfera que se va creando, a tal punto que no sabes qué da más miedo si lo que te aguarda en la ominosa oscuridad o tras las puertas cerradas del caserón, los grandes bosques que la rodean o el caudaloso y profundo río...
El tercero, los personajes, personajes a la búsqueda de su pasado, que ocultan varios misterios... y me refiero a los personajes protagonistas, no a los habitantes de la casa...
En concreto, la de Iwao Takamoto, el creador del mítico Scooby Doo, a los 81 años de edad. Se da la circunstancia de que hace pocos días también fallecía Joseph Barbera, uno de los jefes de los también míticos estudios Hanna-Barbera.
¡Empieza a parecer que estén desapareciendo los restos de la infancia de muchos "trein-cuarentañeros"!